miércoles, 1 de junio de 2011

La gastronomía de Extremadura es el conjunto de platos y tradiciones culinarias de la región de Extremadura. Algunos autores la han denominado como seria, grave y austera, de platos pastoriles y camperos.[1] La apertura de la Vía de la Plata ha hecho que la cocina extremeña se haya divulgado por otras regiones de la culinaria española, mientras que al mismo tiempo la cocina extremeña se ha visto influenciada por otras tradiciones. La existencia de numerosos monasterios ha dado lugar a un esplendor culinario de recetas que han provenido de sus cocinas.[2] Extremadura no tiene salida al mar, y los platos que ofrece son fundamentalmente cárnicos y compuestos de hortalizas diversas
La gastronomía de Aragón corresponde a las costumbres culinarias existentes en Aragón. Se trata de una cocina influenciada por sus vecinos del norte y del este mediterráneo. Cuenta con las abundantes huertas de la cuenca del Ebro.
La gastronomía de la Región de Murcia corresponde al conjunto de platos, ingredientes específicos y técnicas culinarias de la Región de Murcia (España). La cocina murciana tiene influencias de las vecinas cocina manchega, valenciana y granadina. No obstante la región de Murcia pertenece al levante español y eso se hace ver en el carácter marinero de algunos platos, siendo su ingrediente característico el arroz y algunas preparaciones de pescado en salazón: mojamas.
La gastronomía de Castilla-La Mancha abarca las costumbres culinarias, tradiciones y platos que comprenden lo que hoy en día se conoce como Castilla-La Mancha. Se trata de una cocina austera y sencilla, de origen humilde y pastoril, conocida internacionalmente debido a que algunos de sus platos aparecen en la divulgada obra Don Quijote de la Mancha. Se distingue de la cocina castellano-leonesa en las influencias de la cocina andaluza vecina geográficamente y de la cocina andalusí históricamente.
La gastronomía de las Islas Canarias está compuesta por los platos tradicionales del archipiélago canario y constituye tes, producida por la fragmentación del territorio (pudiendo encontrarse en cada isla recetas diferenciadas), la variedad de los productos de la tierra y el mar de las islas, y su carácter ecléctico, debido a los múltiplesun importante elemento de la identidad cultural del pueblo canario. Se caracteriza por su sofisticación, variedad, riqueza y por el relativo desconocimiento qu aportes culturales que ha recibido a lo largo de su historia. La gastronomía canaria está influida por otras cocinas, siendo la española la más importante. A esto hay que sumar la herencia de los guanches y la influencia de la gastronomía latinoamericana, muy especialmente de la venezolana, país con el que el archipiélago ha tenido privilegiadas relaciones humanas y culturales desde el siglo XIX y especialmente a mediados del siglo XX. Por último, se encuentran reminiscencias de la gastronomía africana.
La gastronomía del País Vasco es el conjunto de tradiciones gastronómicas y recetas culinarias propio de esta región. Es muy amplia y variada, elaborada con ingredientes muy diversos, procedentes del mar Cantábrico (pescados y mariscos) y del interior (verduras, hortalizas, cereales, carnes, etcétera). En el País Vasco se ofrecen en bares y restaurantes los popularmente conocidos como pinchos, una tradición vasca equivalente a las tapas españolas.
El País Vasco es la región de la Península Ibérica con más estrellas michelín,[1] [2] [3] y cuenta con destacadas escuelas gastronómicas, como la de Luis Irizar, la Escuela de Hostelería de Lejona, o la Escuela de hostelería Aiala, avalada por Karlos Arguiñano.
La gastronomía castellano-leonesa tiene su base en los cocidos y los asados, además de un gran surtido de dulces. Destacan los asados de cordero (véase lechazo de Castilla y León), la morcilla (morcilla de León, Burgos, Palencia o Valladolid), las legumbres (alubia de Saldaña, judías de El Barco de Ávila, judiones de La Granja, lentejas de la Armuña, garbanzos de Fuentesaúco, etcétera) y las humildes y excelentes sopas de ajo.
También destacan el cerdo y los embutidos, presentes en toda Castilla y León, pero que alcanzan su cumbre en Salamanca con el jamón de Guijuelo y en Segovia con el chorizo de Cantimpalos, etcétera o en León con la cecina de León o el botillo del Bierzo. Los quesos son excelentes, como el de Valdeón. No deben olvidarse los distintos tipos de empanadas.
La gastronomía de Galicia es la propia de la comunidad autónoma española de Galicia, situada en el cuadrante noroeste de la Península Ibérica, limitando al sur con Portugal, y cuya tradición gastronómica es de una enorme relevancia y variedad, al ser uno de los aspectos de mayor calado en la cultura y sociedad gallegas.
En relación con el rico complejo cultural que en Galicia rodea a la alimentación se puede mencionar su tradicional hospitalidad,[1] [2] siendo usual que en caso de acudir a comer a casa de una persona de edad y de un entorno preferentemente rural, ésta haga ostentación de su despensa, considerándose de buena educación ofrecer e insistir al invitado para que no tenga reparo en comer en abundancia, pudiendo considerarse cierta descortesía el no aceptar o creerlo señal de debilidad por enfermedad.[3]
El espacio de la cocina, denominada lareira en gallego, fue tradicionalmente la pieza de habitación más importante de la casa, donde sus miembros hacían vida en común al calor del lar (‘hogar’), llegándose a medir la importancia de una casa y su bonanza por la magnitud de la estructura del mueble de cocina, habitualmente de piedra labrada, que quedaba reflejada en el exterior por el tamaño de su chimenea, algo que aún se puede observar en muchas construcciones tradicionales gallegas (sobre todo en las provincias de Lugo y La Coruña), tanto del rural como en ambientes urbanos que han conservado su patrimonio arquitectónico.
La gastronomía valenciana es la que se prepara tradicionalmente en la Comunidad Valenciana. Se enmarca dentro de la dieta mediterránea debido al uso del aceite de oliva, las verduras y el pescado. Existen importantes diferencias entre la cocina de las zonas costeras, donde el pescado y la verdura tienen mucho protagonismo, y la de interior, más rústica y con mayor importancia de los productos cárnicos. Sin embargo, ambas zonas tienen en común el hecho que caracteriza a la cocina valenciana: el empleo del arroz. Este cereal, cultivado desde la época musulmana en tierras valencianas, es muy apreciado y usado en infinidad de platos, entre ellos el más conocido a nivel internacional: la paella. También son conocidas mundialmente las naranjas y mandarinas valencianas.
La gastronomía de Madrid posee las tradiciones culinarias propias de la población inicial cuando Felipe II creó la capital, y posteriormente de los pueblos de su propia provincia que fueron aportando sus viandas a la cocina propia de la ciudad de Madrid. Es frecuente comprobar cómo el olor típico de la cocina madrileña es el de la fritura en aceite vegetal: los churros (elaborados en las churrerías), los calamares a la romana, la tortilla de patatas, los bocadillos de calamares servidos en los bares, las patatas bravas, los chopitos, etcétera. los bares y restaurantes despiden este olor por las calles a casi cualquier hora del día. Según algunos autores, Madrid es cocina fruto de las prisas de las tascas y figones, de platos elaborados rápido y mostrando sabores para ser acompañados con vinos de la región.[1] [2] Muchos de los platos que poseen la denominación «a la madrileña» son originarios de las tascas y tabernas madrileñas.
El Arte de Cataluña ha tenido una evolución paralela a la del resto del arte europeo, siguiendo de forma diversa las múltiples tendencias que se han ido produciendo en el contexto de la historia del arte occidental. El arte ha sido desde siempre uno de los principales medios de expresión del ser humano, a través del cual expresa sus ideas y sentimientos, la forma como se relaciona con el mundo. Su función puede variar desde la más práctica hasta la más ornamental, puede tener un contenido religioso o simplemente estético, puede ser duradero o efímero.
A lo largo de su historia, Cataluña ha acogido diversas culturas y civilizaciones, que han aportado su concepto del arte y nos han dejado su legado. Cada periodo histórico ha tenido unas características concretas y definibles, comunes a otras regiones y culturas, o bien únicas y diferenciadas, que han ido evolucionando con el devenir de los tiempos. De ahí surgen los estilos artísticos, que pueden tener un origen geográfico o temporal, o incluso reducirse a la obra de un artista en concreto, siempre y cuando se produzcan unas formas artísticas claramente definitorias.
La gastronomía catalana, cuyo origen se remonta a la época de los romanos, es una cocina compleja, rica y variada, con influencias mediterráneas (Francia, Italia, Grecia...), provenzal, árabe y judía.
Riqueza y complejidad, fruto de una Comunidad Autónoma -de seis millones de habitantes, repartidos en 41 comarcas- que ha sabido conjugar, como ninguna, la tradición y la modernidad. Desde las nieves de los Pirineos a las playas de la Costa Brava; desde los templos románicos del valle de Boí (Lleida) y los restos de Tarraco (Tarragona), declarados por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, hasta el moderno Port Olímpic de Barcelona; desde el Call Jueu de Girona al Sitges más gay, desde los modernistas edificios de Gaudí en la Ciudad Condal hasta Figueres, donde nació y murió Salvador Dalí.

miércoles, 4 de mayo de 2011

La gastronomía andaluza es muy variada, con influencias de otras culturas como la romana y árabe. El arte de la cocina andaluza reside en la preparación y en las combinaciones de ingredientes y especias; aunque independientemente de lo que se prepare, el aceite de oliva es la base en los mejores platos de la cocina andaluza.
En Andalucía existen diferentes estilos de cocina la del mar y la cocina serrana o del interior. Los potajes de legumbres y verduras y los guisos de caza, junto a las formas de preparar el pescado configuran la esencia de esta cocina. El plato andaluz más universal por su valor alimenticio y su fácil preparación es el gazpacho, sopa fría a base de tomate, pepino, pimiento, ajo, aceite y vinagre, aunque existen otras muchas variaciones que omiten o añaden ingredientes como son el salmorejo, la porra y el ajoblanco.
Melilla (antiguamente conocida como Rusadir) es una ciudad autónoma de España, situada en el norte de África, a orillas del mar Mediterráneo, frente a la costa meridional de la península Ibérica. Es limítrofe con la región del Rif de Marruecos, concretamente con las comunas de Farjana (al norte y el oeste) y Beni Ansar (al sur), ambas pertenecientes a la provincia de Nador, y está próxima a Argelia.

Ceuta es una ciudad autónoma de España, situada en la orilla africana del estrecho de Gibraltar, en la pequeña península de Almina, en la desembocadura oriental del mismo. Está bañada al norte, al este y al sur por el mar Mediterráneo. Al oeste y al suroeste limita con una zona neutral del 6,3 km de largo que la separa de Marruecos y las prefecturas de Fahs Anjra y M'Diq-Fnideq, ambas pertenecientes a la región Tánger-Tetuán.

La Región de Murcia es una comunidad autónoma uniprovincial española, situada en el sudeste de la Península Ibérica, entre Andalucía (provincias de Granada y Almería) y la Comunidad Valenciana (provincia de Alicante), y entre la costa mediterránea y Castilla-La Mancha (provincia de Albacete). Su capital es la ciudad de Murcia, que es sede de los órganos institucionales regionales, con excepción de la Asamblea Regional, que tiene su sede en Cartagena.

miércoles, 20 de abril de 2011

El Principado de Asturias (en asturiano, Principáu d'Asturies; en eonaviego, Principao d'Asturias) es una comunidad autónoma uniprovincial de España. Situada en el norte de España ocupa un espacio de 10.603,57 km², en el que habitan 1.085.289 personas (INE 2009).[2] Fronteriza al oeste con Galicia, al norte con el Mar Cantábrico, al este con Cantabria y al sur con la provincia de León. Recibe el nombre de Principado por razones históricas, al ostentar el heredero de la Corona de España el título de Príncipe de Asturias. Su capital es la ciudad de Oviedo, siendo Gijón su ciudad más poblada.

Las Islas Baleares o Baleares (en catalán y oficialmente, Illes Balears)[1] son una comunidad autónoma y provincia española compuesta por las islas del archipiélago balear, situado en el mar Mediterráneo, junto a la costa oriental de la Península Ibérica. Su capital es Palma.

Extremadura es una comunidad autónoma española situada en la zona suroeste de la Península Ibérica. Está compuesta por las dos provincias más extensas de España: Cáceres y Badajoz. Extremadura limita al norte con las provincias de Salamanca, Ávila (Castilla y León), al sur con Huelva, Sevilla y Córdoba (Andalucía); al este, con Toledo y Ciudad Real (Castilla-La Mancha) y al oeste, con Portugal. Su capital es Mérida (antigua Augusta Emerita), ciudad reconocida por el Estatuto de Autonomía como sede de la Junta de Extremadura.

Aragón (Aragón en aragonés, Aragó en catalán)[1] es una comunidad autónoma de España, resultante del reino histórico del mismo nombre y que comprende el tramo central del valle del Ebro, los Pirineos centrales y las Sierras Ibéricas. Está situada en el norte, y limita con Francia (Mediodía-Pirineos y Aquitania) y con las comunidades autónomas de Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, La Rioja, Navarra y Comunidad Valenciana. Está reconocida en su Estatuto de autonomía como nacionalidad histórica.

La Región de Murcia es una comunidad autónoma uniprovincial española, situada en el sudeste de la Península Ibérica, entre Andalucía (provincias de Granada y Almería) y la Comunidad Valenciana (provincia de Alicante), y entre la costa mediterránea y Castilla-La Mancha (provincia de Albacete). Su capital es la ciudad de Murcia, que es sede de los órganos institucionales regionales, con excepción de la Asamblea Regional, que tiene su sede en Cartagena

Castilla-La Mancha es una comunidad autónoma española. Está formada por las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo. Limita con Castilla y León, Comunidad de Madrid, Aragón, Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Andalucía y Extremadura.

Es la heredera de la región histórica de Castilla la Nueva, exceptuando a la provincia de Madrid, que se decidió que constituyera una comunidad autónoma uniprovincial separada de Castilla-La Mancha sin celebración de referéndum como en el caso de otras comunidades, tras la división territorial de España posterior a la promulgación de la Constitución de 1978, e incluye la totalidad de La Mancha, al incorporarse la provincia de Albacete (formaba parte de Murcia).

Canarias es un archipiélago del Atlántico que conforma una de las diecisiete comunidades autónomas de España y una de las regiones ultraperiféricas de la Unión Europea.[3] Está formado por siete islas principales: El Hierro, La Gomera, La Palma y Tenerife, que forman la provincia de Santa Cruz de Tenerife; y Fuerteventura, Gran Canaria y Lanzarote, que componen la provincia de Las Palmas.[4] También forman parte de Canarias los territorios insulares del Archipiélago Chinijo (La Graciosa, Alegranza, Montaña Clara, Roque del Este y Roque del Oeste) y la Isla de Lobos, todos ellos pertenecientes a la provincia de Las Palmas. La Graciosa es la única de estas islas que está habitada.

El País Vasco o Euskadi es una comunidad autónoma española, situada en el extremo nororiental de la franja cantábrica, lindando al norte con el mar Cantábrico y Francia (Aquitania), al sur con La Rioja, al oeste con Cantabria y Castilla y León y al este con Navarra. Lo integran las provincias (denominadas territorios históricos en el ordenamiento autonómico) de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya agrupando a 251 municipios: 51, 88 y 112, respectivamente.

Castilla y León es una comunidad autónoma española constituida en 1983 cuyo territorio se sitúa en la parte norte de la meseta de la península Ibérica y se corresponde mayoritariamente con la parte española de la cuenca hidrográfica del Duero. Está compuesta por las provincias de Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora. Es la comunidad autónoma con mayor extensión de España y la tercera región más extensa de la Unión Europea.[3] Tal y como el Estatuto de Autonomía de Castilla y León declara en su preámbulo (2007)

Galicia es una comunidad autónoma española, definida en el artículo primero de su Estatuto de autonomía como una nacionalidad histórica.[5] Está situada al noroeste de la Península Ibérica y formada por las provincias de La Coruña, Lugo, Orense y Pontevedra. Geográficamente, limita al norte con el mar Cantábrico, al sur con Portugal, al oeste con el océano Atlántico y al este con el Principado de Asturias y con la comunidad de Castilla y León (provincias de Zamora y de León).
A Galicia pertenecen el archipiélago de las islas Cíes, el archipiélago de Ons, y el archipiélago de Sálvora, así como otras islas como Cortegada, Arosa, las Sisargas, o las Malveiras.

La Comunidad Valenciana (en valenciano y oficialmente Comunitat Valenciana) es una comunidad autónoma de España, situada en el este de la Península Ibérica. Bañada por el mar Mediterráneo, está formada por las provincias de Alicante, Castellón y Valencia. Limita al norte con Cataluña y Aragón, al oeste con Castilla-La Mancha y Aragón, y al sur con la Región de Murcia.

La Comunidad de Madrid es una comunidad autónoma de España situada en el centro de la Península Ibérica y, dentro de ésta, en el centro de la Meseta Central. Limita con las provincias de Guadalajara, Cuenca, Toledo (Castilla-La Mancha), Ávila y Segovia (Castilla y León). La Comunidad de Madrid es uniprovincial, por lo que no existe Diputación. Su capital, Madrid, es también la capital de España. Su población estimada es de 6.445.499 habitantes (INE 2010), la cual se concentra en el área metropolitana

Cataluña (en catalán, Catalunya; en aranés, Catalonha) es una comunidad autónoma española considerada como nacionalidad histórica,[2] situada al nordeste de la Península Ibérica. Ocupa un territorio de unos 32.000 km² que limita al Norte con Francia (Mediodía-Pirineos y Languedoc-Rosellón) y Andorra, al Este con el mar Mediterráneo a lo largo de una franja marítima de unos 580 kilómetros, al Sur con la Comunidad Valenciana (Castellón), y al Oeste con Aragón (Zaragoza, Teruel y Huesca). Esta situación estratégica ha favorecido una relación muy intensa con los territorios de la cuenca mediterránea y con la Europa continental. Cataluña está formada por las provincias de Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona. Su capital es la ciudad de Barcelona.

Andalucía es una comunidad autónoma española, considerada nacionalidad histórica.[2] Está compuesta por las provincias de Almería, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén, Málaga y Sevilla. Su capital es Sevilla, ciudad reconocida por el Estatuto de Autonomía como sede de la Junta de Andalucía. La sede del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía se encuentra en la ciudad de Granada.

miércoles, 23 de febrero de 2011

En estos valles habitan paisajes escarpados envueltos en niebla y nieve, cumbres que superan los 2.000 metros acompañados de un verdor embriagador, bosques enmarañados y el agua de sus ríos. En Roncal y Salazar, el hombre ha pedido permiso a la naturaleza para vivir con ella.

El vestigio más importante que se conserva de la época Romana es la Calzada Romana, Vía que unía el Benearnum (Béarn, Francia) con Caesaraugusta (Zaragoza), por ella pasaban las legiones romanas y carruajes.Entrando por el Puerto del Palo, desciende por las Foyas y Guarrinza, pasando por la Boca del Infierno (el tramo mejor conservado), hasta el Valle de Echo, siguiendo el curso del Aragón Subordán hasta Puente la Reina.Son perfectamente visibles algunos tramos como el puente del cementerio en Siresa, Lo Sacadero, Boca del Infierno, Selva de Oza, etc... Más tarde, en los inicios de la peregrinación a Santiago, el camino que discurría por lo que era la Calzada Romana de fue una de las principales vías que conformaron el primer camino de peregrinos hacia Santiago.

 El valle de Baztán, al que se llega después de atravesar los frondosos bosques de Belate, es un lugar encantador, de clima suave, cubierto de verdes pastos y bosques de encinas, robles y castaños.Todos los pueblos del valle merecen ser visitados. Las casas son grandes con tejados a dos aguas provistos de grandes aleros para proteger los balcones de madera de las fachadas. Pero la característica arquitectónica más importante de Baztán son sus torres medievales y sus palacios barrocos y renacentistas levantados por indianos que alcanzaron un título nobiliario. Irurita posee una bella torre del siglo XV y varias casas palaciegas. En Elizondo, podemos ver casas palaciegas en su calle mayor, además del palacio barroco de Arizcunenea y el edificio porticado del Ayuntamiento y en Arizkun un hermoso conjunto formado por hermosas casonas, el convento barroco de Nuestra Señora de los Angeles y el palacio de casa Iturraldea.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Es uno de los valles en los que históricamente se ha dividido la Montaña de Navarra, apareciendo desde el siglo XII en los registros escritos como comunidad de pueblos.El actual municipio de Arce comprende la mayor parte del valle histórico, faltándole tan solo Oroz Betelu, que se constituye como ayuntamiento independiente en 1845. Lo mismo ocurrió con Nagore aunque este no llegó a segregarse definitivamente.

                                                        Valle de Roncal

El valle está constituido administrativamente en una mancomunidad. El valle está formado por siete villas constituidas en municipio. Estos municipios se agrupan dentro de la Junta del Valle de Roncal (Asamblea del Valle de Roncal), una agrupación de caracter tradicional del valle. La Junta está compuesta por 21 miembros: tres por municipio, incluido el alcalde de cada uno de ellos. Las reuniones se celebra tradicionalmente en Roncal, capital del valle, el alcalde de este municipio es el encargado de presidir la junta. Sin embargo, en julio y septiembre, la reuniones se celebraron en Isaba y Urzainqui, respectivamente, mientras que la presidencia fue asumida por los alcaldes de estos municipios.La Asamblea tiene competencia en varios asuntos concernientes a los intereses comunes del Valle: el desarrollo económico, turísmo, medio ambiente, agricultura etc. Los actos de la junta fueron ejecutados en el marco jurídico de la Comunidad Foral de Navarra y España.[1]En la administración territorial, del valle está incluido en la comarca geográfica de los Pirineos Orientales (Roncal-Salazar), la Merindad de Sangüesa y el partido judicial de Aoiz.
El valle de Salazar (Zaraitzu ibarra en euskera) es un valle pirenaico y una universidad de la Comunidad Foral de Navarra (España), situada en la parte noreste de la comunidad y en la merindad de Sangüesa.Al norte, limita con la frontera francesa (territorio histórico de Sola, en el departamento de los Pirineos Atlánticos), al este con el valle de Roncal, al sur con el almiradío de Navascués y el valle de Urraul Alto y al oeste con el valle de Aezcoa (comarca de Auñamendi). Esta entidad histórico-administrativa constituida como una Universidad[1] coincide con un verdadero valle natural o geográfico. En su parte norte se alza la sierra de Abodi (1520 m). Algunas altitudes importantes del valle son el pico de Orhi (2018 m), Vileta (1408 m), Montenia (1237 m), Lizarraga (1204 m), Askomurrua (1026 m), Remendia (1381 m) y Aburua (1030 m).Ochagavía es la localidad más poblada del valle, su zona principal es la del río Salazar por su paso en acantilados rocallosos y bellos lugares, de este lugar procede el apellido Salazar. La segunda localidad más poblada es Ezcároz, el pueblo del valle que menos despoblación ha sufrido.

El valle de Roncal (Erronkariko ibaxa en euskera roncalés) es un valle de la Comunidad Foral de Navarra (España), situado Merindad de Sangüesa. Está enclavado al nordeste de la comunidad en la Cordillera de los Pirineos, dispuesto de norte a sur y recorrido por el río Esca. Comprende siete villas: Burgui, Garde, Isaba, Roncal, Urzainqui, Uztárroz y Vidángoz y administrativamente está constituido en una mancomunidad una entidad local de carácter tradicional.

La Burunda es un valle de la Comunidad Foral de Navarra, España, situado en la comarca de la Barranca (Sakana en euskera). Está compuesto por los municipios de: Bacáicoa o Bakaiku, Iturmendi, Urdiáin o Urdiain, Alsasua o Altsasu, Ciordia o Ziordia y Olazagutía o Olazti.
El valle está constituido por la cuenca alta receptora del río Araquil o Burunda en Álava, y por la del río Alzania, que confluye a un kilómetro escaso de Alsasua, formando casi ángulo recto. Cierran el valle las sierras de Urbasa al sur., Aralar al nordeste. y Alzania al noroeste., con lo que se forma un triángulo pétreo sin más acceso que por ambos extremos de la Barranca y el puerto de Echegarate al norte. Yendo Río Araquil abajo se sitúan las seis poblaciones del valle escalonándose en ambas laderas del río: Ciordia a la izquierda, Olazagutía a la derecha, Alsasua a la izquierda, Urdiáin, Iturmendi y Bacáicoa a la derecha, ocupando los fondos fértiles de la cuenca principal. El clima es lluvioso y frío, en invierno y templado en verano. Atempera un tanto a este clima la influencia sub-mediterránea procedente por un lado del valle del Zadorra y por otro del Arga.

El Valle de Aezcoa (en euskera Aezkoa Ibarra) en el nordeste de Navarra (España) está situado transversalmente a los Pirineos en la comarca de Auñamendi, limitando al norte con el Valle de Cize (Baja Navarra), al este con el Valle de Salazar, con Urraúl Alto al sur y con el Valle de Arce, Burguete y Roncesvalles al oeste.De orografía montañosa, todas por debajo de los 1500 m., denotan que aquí, sin embargo, el Pirineo ha perdido buena parte de su vigor. Bosques imponentes de robles y hayas confieren al paisaje aezcoano un particular atractivo, que complementan las vivas aguas del río Irati, principal corriente fluvial de la zona. El invierno propicia en Aezcoa copiosas nevadas, mientras que los veranos son suaves y agradables.

El Valle de Orba o Valdorba (Orbaibar en euskera[1] ) es un conjunto de valles situados cerca del centro geográfico de la Comunidad Foral de Navarra. Está formado por los municipios de Barásoain, Garínoain, Leoz, Olóriz, Orísoain, Pueyo y Unzué.

Valdizarbe o Valle de Izarbe es un valle situado en la Comunidad Foral de Navarra, España al suroeste de la capital Pamplona. La mayor parte de esta comarca pertenece a la Merindad de Pamplona. Está surcado de norte a sur por el río Arga además de por el Camino de Santiago, que ha dejado un rico patrimonio cultural y artístico. Se asientan dieciocho localidades que acogen a más de 4700 habitantes

miércoles, 2 de febrero de 2011

Los griegos consideraban que un cuerpo depilado era el ideal de belleza, juventud e inocencia. Los artistas griegos realizaron bellas esculturas donde podemos apreciar el gusto de la época. En ellas aparecen modelos, tanto masculinos como femeninos, perfectamente depilados. Las esculturas de la época muestran cuerpos femeninos depilados y sin vello púbico. Era usual en Grecia antigua la depilación del vello púbico, señal de distinción y de rango social, por ello, se practicaba en las clases sociales altas. Usaban la vela para quemar los vellos, abrasivos como la piedra pómez, ceras hechas con sangre de animal, resinas, cenizas y minerales. Las hetairas usaban crema depilatoria llamada "dropax" pasta compuesta de vinagre y tierra de Chipre.

Retrato de una mujer de la época flavia de mármol, el busto de una mujer joven (Julia, hija de Tito?), la cual lleva un recogido en que destaca el volumen frontal de rizos.Alrededor de los años 80 -90 d.C. Roma, Museos Capitolinos, el Palazzo Nuovo, Sala de los Emperadores


Pese a que tenían cosas mucho más importantes de las cuales preocuparse, en el antiguo Egipto las personas prestaban mucha atención a la moda, tanto que sucedía algo muy similar a lo del presente, las más importantes personalidades marcaban la tendencia y el resto de la gente, es decir, la plebe, la seguía, imitando su forma de vestir, hablar o actuar. En las épocas del antiguo Egipto las personas utilizaban prendas mu y pequeñas, a causa del incesante calor. Por supuesto que las vestimentas de las personas más adineradas se encontraban confeccionadas con materiales muy costosos, y los de los más pobres con materias primas de menos calidad, aunque todos tenían algo en común, los adornos.


Era muy normal que tanto los hombres y las mujeres adornen sus cuerpos con una gran cantidad de adornos y pinturas, como collares de todo tipo, pulseras, e incluso osados y coloridos dibujos en la cara y brazos.La moda más particular de la que se tiene registro del antiguo Egipto es la que nos dice que tanto los hombres como las mujeres se afeitaban su cabeza al ras para luego utilizar distintas pelucas.

miércoles, 19 de enero de 2011

                                                               Egipto

Linos de diversos espesor se utilizaban para hacer ropa, el mejor era un semi transparente que fue muy popular en la antigüedad.Los hombres en general llevaban ropa blanca. Son vestidos generalmente de forma rectangular y atados a la cintura.La túnica fue otro favorito del hombre egipcio. Entró en diversos diseños, pero generalmente era largo y fluido.Los más ricos que eran, evidentemente, los más elaborados se convirtió en su ropa. Faraón se observa a menudo lleva una decoración muy colorida y kilt, además de un 'El khat ", un headdress lino en azul y franjas blancas.Las mujeres llevaban prendas que fueron principalmente largas en toda su longitud, desde el hombro y va hasta el tobillo. Estas se usaron vestidos, en particular, por la noble y real mujeres de la corte y se hicieron desde el más ligero blanqueada en blanco lino.Sin embargo bailarines de los templos, acróbatas, y los trabajadores a menudo llevaban calzones como los hombres, o, a veces, sólo delgadas tiras de lino, o cuentas, atados alrededor de sus cinturas. De manera más general, pelucas, joyas, cosméticos y pelucas fueron utilizados por ambos sexos.Ambos sexos se rasuraban la cabeza, así como sus órganos de limpieza, por lo que se usaron como pelucas decorativas prendas de vestir. El uso de pelucas continuó por miles de años.

                                                                 Roma

En la antigua Roma la moda no cambiaba con mucha rapidez.Los ciudadnos romanos vestian unas prendas que los distinguian:La toga.Los primeros en utilizarla fueron ls etruscos.Aunque incomodas y dificiles de mantener limpias,eran populares entre los emperadores y siguieron de moda durante siglos.Tenian forma semicircular y generalmente estaban confeccionadas de un solo paño de tela de lana.Al moverse, la persona que llevaba puesta la toga debia mantener unidos los pesados pliegues , que le dejaban libre solamente el brazo derecho.Los emperadores las usaban de color purpura y la de los senadores eran blancas y bordeadas con una franja de aquel color.Algunos ciudadanos solian usar debajo de las togas blancas lisas una prenda mas: La tunica ,faricada de lana o lino ;otros ombres las mujeres y los niños debian vestir solo tunicas.Estan eran plegadas y se sujetaban con broches y cinturones,pues rara vez tenian costuras, porque resultaba muy dificil coser con las grandes agujas de bronce o de hueso que disponian.Un dato curioso es el de que los hombres iban a tiendas especiales para hacerse quitar el vello de los brazos ( no se bien porque) y era muy comun la usanza de aplicaciones de sangre de murcielago,mezclada con cenizas de erizo para librarse de el.
                                                                        Grecia

Era bastante sencilla, al principio influida por oriente, consistente en un chitón (túnica larga, a veces hasta los tobillos, en ocasiones ceremoniales, sujeta por un cinturón, y en los hombros por una fíbula) y un himatión (capa que se envolvía al cuerpo, hecha de una sola pieza de tela, sujeta en ciertas ocasiones con una esclavina o clámide) que servían indistintamente para hombres y mujeres. En el caso de hombres que lucían túnicas más cortas, completaban su atuendo con un manto corto y sin mangas, llamado palio.

miércoles, 12 de enero de 2011

                                                              Roma

La tierra de Rómulo y Remo fue heredera directa de los gustos griegos. Así fue que también adopó el concepto de la belleza física y, por ende, la preocupació por ver cómo lucían sus cabellos.
Un impacto para las mujeres romanas ocurrió cuando vieron a las cautivas que trajo Julio César de las Galias, quienes lucían unos hermosos cabellos rubios, a los que quisieron imitar. A partir de allí, se realizaron muchas pruebas para aclarar el tono del pelo, predominando el compuesto de sebo de cabra y ceniza de haya, pese a que no resultaba demasiado saludable para el castigado cabello.
Los peinados fueron variando, y esto es natural teniendo en cuenta la larga duración del imperio romando y la influencia que fue recibiendo al contacto con los diferentes pueblos que iba conquistando. De todas maneras, se pueden agrupar los más habituales como el cabello rodeando la cabeza, la melena con rulos y el cabello recogido y trenzado.Ya en esta época, se practicaba la peluquería en forma permanente, surgiendo especialidades según qué se realizara: peinado, color, postizos, etc.

                                                              Grecia

El maravilloso desarrollo griego -que hasta el presente nos resulta asombroso- también abarcó el cuidado personal. Los griegos hicieron del culto a la belleza algo fundamental: así cultivaban su cuerpo en búsqueda de un ideal físico, y también su rostro y pelo.Los peinados tenían muchos detalles, de los que tenemos referencia gracias a las estatuas, que nos muestran mechones cortos que rodeaban la frente, o melenas largas recogidas y mucho, pero mucho, movimiento expresado a través de la ondulación del pelo (en esto, los griegos se diferenciaron bastante de los egipcios).Por primera vez, aparecen las escuelas de peluquería. Sin embargo, eran los esclavos los encargados de mantener lo más hermosamente posible esas cabezas, tan pensantes como coquetas
                                                                       Egipto

La referencia más antigua que se tiene sobre la existencia de cuidados cosméticos en el pelo nos remite a Egipto, donde se empezaron a realizar los cambios más significativos en cuanto a la cosmética capilar.En esa nación tan grandiosa culturalmente, el pueblo -como ocurría en muchos otros- se pelaba la cabeza, aunque no así los sacerdotes y los miembros de la elite gobernante, que se dedicaba a cuidar su cabello jugando con diferentes peinados y tonalidades. Las pelucas también tuvieron su auge, y predominaban las tradicionales de pelo lacio, con flequillo, cortado muy parejo en un largo que llegaba a los hombros.Pero otro gran aporte de los egipcios fue en cuanto a la coloración, ya que descubrieron la utilidad de la henna, que les permitió obtener colores rojizos y caobas.
                                                                   Egipto

Melenitas completamente lisas, color negro azabache y decoradas con finas diademas o con hilos de piedrecitas brillantes o de colores.Por otra parte los sacerdotes de determinadas castas podían raparse completamente el pelo o, por el contrario dedicarse a cultivar largas y cuidadas melenas. Así pues, podían diferenciarse los oficiantes del culto a uno u otro dios, entre otros detalles, por la clase de peinado o peluca utilizados.
La elaboradísima cultura egipcia fue de las primeras en considerar el cabello un elemento fundamental de la belleza física y lo trataba ya con funciones estéticas, a pesar de que, como hemos comentado, tuviera también usos sociales y religiosos.
                                                             Grecia

Los griegos convirtieron el culto a la belleza en uno de los pilares de su cultura. Los peinados que triunfaron en sus días eran extremadamente elaborados y llenos de detalles.
Al contrario que los egipcios, los griegos adoraban el movimiento expresado a través de múltiples rizos y ondas. Gracias a estatuas y monumentos funerarios se han podido observar detalles de mechones cortos rodeando la frente y melenas largas y recogidas a base de cintas, cuerdas, redecillas y otros elementos decorativos. También para los hombres el cabello rizado se consideraba exponente de la hermosura.
                                                      Roma

Entre las múltiples adopciones culturales que los romanos tomaron de los griegos, se encuentran, como no, los criterios estéticos, y entre ellos el de mostrar cabellos lustrosos y peinados elaborados y con infinidad de detalles. El cabello era corto para los hombres y solía sujetarse con una cinta. Las mujeres podían dejar caer su cabello rizado, en forma de tirabuzón o ligeramente ondulado, o bien recogerlo en moños sobre la nuca, que envolvían con redecillas y cintas del mismo modo que anteriormente hicieron las griegas.
                                                      En la edad Antigua

Los antiguos Egipcios tenían un elevado concepto de la estética, la higiene y se depilaban todo el cuerpo.
Las mujeres usaban cremas depilatorias hechas con la sangre de animales, tortugas, gusanos o la grasa de hipopótamo (papiro de Eber 1500 a.C.). Usaban ceras que se hacían con azúcar, agua, limón, aceite y miel ó sicomoro (árbol sagrado), goma y pepino.
Los hombres usaban navajas de sílex, luego de cobre y de hierro.
Los sacerdotes y sacerdotisas egipcias no podían entrar a los templos sin cumplir con este ritual.