miércoles, 1 de junio de 2011

La gastronomía castellano-leonesa tiene su base en los cocidos y los asados, además de un gran surtido de dulces. Destacan los asados de cordero (véase lechazo de Castilla y León), la morcilla (morcilla de León, Burgos, Palencia o Valladolid), las legumbres (alubia de Saldaña, judías de El Barco de Ávila, judiones de La Granja, lentejas de la Armuña, garbanzos de Fuentesaúco, etcétera) y las humildes y excelentes sopas de ajo.
También destacan el cerdo y los embutidos, presentes en toda Castilla y León, pero que alcanzan su cumbre en Salamanca con el jamón de Guijuelo y en Segovia con el chorizo de Cantimpalos, etcétera o en León con la cecina de León o el botillo del Bierzo. Los quesos son excelentes, como el de Valdeón. No deben olvidarse los distintos tipos de empanadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario