miércoles, 1 de junio de 2011

La gastronomía de Extremadura es el conjunto de platos y tradiciones culinarias de la región de Extremadura. Algunos autores la han denominado como seria, grave y austera, de platos pastoriles y camperos.[1] La apertura de la Vía de la Plata ha hecho que la cocina extremeña se haya divulgado por otras regiones de la culinaria española, mientras que al mismo tiempo la cocina extremeña se ha visto influenciada por otras tradiciones. La existencia de numerosos monasterios ha dado lugar a un esplendor culinario de recetas que han provenido de sus cocinas.[2] Extremadura no tiene salida al mar, y los platos que ofrece son fundamentalmente cárnicos y compuestos de hortalizas diversas
La gastronomía de Aragón corresponde a las costumbres culinarias existentes en Aragón. Se trata de una cocina influenciada por sus vecinos del norte y del este mediterráneo. Cuenta con las abundantes huertas de la cuenca del Ebro.
La gastronomía de la Región de Murcia corresponde al conjunto de platos, ingredientes específicos y técnicas culinarias de la Región de Murcia (España). La cocina murciana tiene influencias de las vecinas cocina manchega, valenciana y granadina. No obstante la región de Murcia pertenece al levante español y eso se hace ver en el carácter marinero de algunos platos, siendo su ingrediente característico el arroz y algunas preparaciones de pescado en salazón: mojamas.
La gastronomía de Castilla-La Mancha abarca las costumbres culinarias, tradiciones y platos que comprenden lo que hoy en día se conoce como Castilla-La Mancha. Se trata de una cocina austera y sencilla, de origen humilde y pastoril, conocida internacionalmente debido a que algunos de sus platos aparecen en la divulgada obra Don Quijote de la Mancha. Se distingue de la cocina castellano-leonesa en las influencias de la cocina andaluza vecina geográficamente y de la cocina andalusí históricamente.
La gastronomía de las Islas Canarias está compuesta por los platos tradicionales del archipiélago canario y constituye tes, producida por la fragmentación del territorio (pudiendo encontrarse en cada isla recetas diferenciadas), la variedad de los productos de la tierra y el mar de las islas, y su carácter ecléctico, debido a los múltiplesun importante elemento de la identidad cultural del pueblo canario. Se caracteriza por su sofisticación, variedad, riqueza y por el relativo desconocimiento qu aportes culturales que ha recibido a lo largo de su historia. La gastronomía canaria está influida por otras cocinas, siendo la española la más importante. A esto hay que sumar la herencia de los guanches y la influencia de la gastronomía latinoamericana, muy especialmente de la venezolana, país con el que el archipiélago ha tenido privilegiadas relaciones humanas y culturales desde el siglo XIX y especialmente a mediados del siglo XX. Por último, se encuentran reminiscencias de la gastronomía africana.
La gastronomía del País Vasco es el conjunto de tradiciones gastronómicas y recetas culinarias propio de esta región. Es muy amplia y variada, elaborada con ingredientes muy diversos, procedentes del mar Cantábrico (pescados y mariscos) y del interior (verduras, hortalizas, cereales, carnes, etcétera). En el País Vasco se ofrecen en bares y restaurantes los popularmente conocidos como pinchos, una tradición vasca equivalente a las tapas españolas.
El País Vasco es la región de la Península Ibérica con más estrellas michelín,[1] [2] [3] y cuenta con destacadas escuelas gastronómicas, como la de Luis Irizar, la Escuela de Hostelería de Lejona, o la Escuela de hostelería Aiala, avalada por Karlos Arguiñano.
La gastronomía castellano-leonesa tiene su base en los cocidos y los asados, además de un gran surtido de dulces. Destacan los asados de cordero (véase lechazo de Castilla y León), la morcilla (morcilla de León, Burgos, Palencia o Valladolid), las legumbres (alubia de Saldaña, judías de El Barco de Ávila, judiones de La Granja, lentejas de la Armuña, garbanzos de Fuentesaúco, etcétera) y las humildes y excelentes sopas de ajo.
También destacan el cerdo y los embutidos, presentes en toda Castilla y León, pero que alcanzan su cumbre en Salamanca con el jamón de Guijuelo y en Segovia con el chorizo de Cantimpalos, etcétera o en León con la cecina de León o el botillo del Bierzo. Los quesos son excelentes, como el de Valdeón. No deben olvidarse los distintos tipos de empanadas.